1/2/12

Soy tonto.

Tonto, pero jodidamente honrado. Resulta que la otra noche estaba en el Corte Ingles, con mi diosa, tomando un cafelito en la tercera planta. Nos tiramos un ratillo, hablando de nuestros asuntos laborales, que ultimamente, es casi de lo unico que hablamos.

En la zona wififi, eramos tres parejas. Los que llevaban mas tiempos estaban en celo, y me hizo gracia ver como la chica le metia mano al chorbo por debajo de la mesa, aborricando al pobre individuo. Lo mejor de todo era que creian que no me habia dado cuenta, y que la gabardina del tio ocultaba el percal. Se pusieron malitos de la pasion, y se fueron.

Otra parejita estaba sentado mas cerca de nosotros. Tomaron un cafe, y terminaron mas o menos rapidamente. Al irse, el tio se olvido su casco de moto. Le llame, y me lo agradecio amablemente. Seguramente era un buen casco. En fin, que no pasa nada, no me van mucho los cascos de segundo seso.

Despues de ponernos de acuerdo en que España esta fatal, le dije a mi niña que estaba harto de mi movil de emergencia, y a ver si cambiaban las cosas, y los dioses me mandaban otro, que tengo muchos puntos acumulados para uno decente.

Nos levantamos y nos fuimos hacia la puerta. Me habia fijado antes en dos venerables ancianas, cargadas de oro, y con sendos abrigos de pieles. Seguramente meriendan ahi a diario, porque el camarero estaba muy pendiente de ellas. Eran del tipo de dama granadina que van regularmente a misa, y saben gastar el sueldo de sus maridos expertamente, mientras se dedican a sesiones diarias de compras, peluquerias, y a visitar pastelerias.

Se levantaron pocos segundos antes que nosotros, y se fueron directos al wc. No se como me fije, pero en el suelo habia un maravilloso Nokia de esos con GPS, i-phone, camara, y unas tropecientas cosas mas que me vendrian de perlas, ya que me tengo que apañar con un movil tambien Nokia, pero de hace unos 10 años, y tres propietarios.

Pero sin pensarlo demasiado, fui tras la mujer, y le devolvi el movil. Me dio las gracias once veces. Pero no me dio un billete de 50 euros para premiar mi maldita honradez, ni nos invito a unos bollicos en la cafeteria. Intente no pensar mucho en el movil de 350 Euros que acababa de devolver, pero llevo desde entonces pensando que era un regalo de los dioses, o una prueba.

Debe de ser una prueba de cuanta paciencia tengo, porque llevo ya 6 meses sin un movil en condiciones.

! Mecachis en mi sentido de la honradez! . Ahora tendria casco y movil nuevo. Bueno, no, que pasa una cosa en la cafeteria del Corte Ingles; Seguro que hay camaras por todos lados. Y ser detenido en la puerta por recoger moviles no es muy buena idea. En fin, que a la tercera va la vencida !!!