16/10/08

Ruidos

Hay ruidos que detesto hasta la saciedad, y otras que me encantan. dos perfectos ejemplos en ambos bandos enfrentados de esto podrian ser el ruido que hace una fuente o un riachuelo, que detesto energicamente, al ruido que hacen los neumaticos de mi bicicleta cuando llaneo a unos 30 kilometros por un asfalto en buenas condiciones.

Ese ruido me encanta, y siempre me ha gustado. No me lo explico, pero las condiciones propicias son un buen llano o desnivel a mi favor, con viento a favor, con gominaticos de rodadura fina. Durante años estuve dejandome los muslos perdiendo valioso energia manejando a mi 'Bricerba' o 'Banjulita' con neumaticos de tacos.

Hasta que un dia descubri esos neumaticos de rodadura fina, con lo cual mi bicicleta de montaña evoluciono a una maquina mas perfecta y agil, llegando a hacer Otura-Cenes de la Vega en 19 minutos, llegando a casi 90 kilometros por hora bajando por los Llanos.

En cambio, el ruido del agua en movimiento me pone de los nervios. Lo detesto cuando hablamos de rios y fuentes. En mi jardin seria impensable poner una fuente. Es un sonido irritante, y no se porque Boabdil no se volvio loco con ese sonido mientras paseaba por los jardines del grupo de edificios antiguos que hay encima de una colina famosa en Granada.

Tampoco me agrada oir orinar a la gente, pero en estos tiempos de tabiques de papier maché, poco puedo hacer para no oir a mi vecino de dos adosados mas abajo, soltando un caño de madrugada.

Oir escupir tampoco lo encuentro agradable, y mas cuando es una mujer mayor en medio de la calle, o un fumador en las ultimas. Los coches con la musica demasiado alto deberian ser precintados, y posteriormente destruidos, pero esto podria parecer un poco extremo. En otras partes del mundo, el que escupe en la calle, o lleva la musica a todo trapo es multado duramente.

Las imposiciones auditivas no son agradables si eres hipersonico como yo. Para devolverle la pelota a mi vecina, cuando se pasa con la radio a todo trapo por la mañana, he hecho lo siguiente;

He montado un merendero para pajaros. Me encanta verlos picotear los chuscos de fruta y pan que les dejamos mi madre y yo. Y si tengo la ventana cerrada, puedo verlos de cerca, porque no perciben mi presencia al otro lado del cristal. Tambien, de forma aleatoria, suelo practicar un par de horillas con mi violin, aunque prefiero llevarlo al monte, a un lugar con una genial acustica, a unos 40 kilometros de Granada.

Bastante tienen mis vecinos con mi hermano, que toca una Fender todas las tardes, durante un par de horas, a la hora de la siesta. Eso si, lo toca 'bajito', pero no deja de ser irritante para los que practicamos la yoga irlandesa-castellana.

Tambien los cohetes y los fuegos artificiales me irritan bastante. A mi madre tampoco le hacen mucha gracia, debido a que ella si ha vivido un bombardeo en toda regla, en su pais natal. Tengo ganicas de pillar a un graciosillo de esos que va soltando petardos y cohetes a cualquier hora del dia o de la noche, durante las fiestas de Armilla.

Parece que se corrio la voz, y se ha mantenido este año alejado de mi casa. El ruido de los helicopteros entrenando cerca de la base aerea tambien son bastante irritantes, pero poco puedo hacer sobre eso.

Anoche estuve desvelado gran parte de la noche, y el ruido de un transformador me mantuvo en vilo durante varias horas. Mi barrio es ruidoso, y cada hora, de madrugada, oigo las campanadas horarias de la iglesia. Tengo claro que mi proxima vivienda va a estar en un sitio tranquilo, lejos de aeropuertos, iglesias, colegios, transformadores, fuentes y rios...

...Y si no, tendre que chutarme con Dormidina en vena!!