EXPERIENCIAS TOMKATIANAS VESTIDO DE MUJER Y DE INCOGNITO POR LAS CALLES DE GRANADA.
Llevo un monton de años leyendo periodicos y revistas de medio mundo, y en el periodico Londinense de anuncios Exchage&Mart aparece desde hace años, la publicidad de una empresa britanica que te ofrece la posibilidad de vestirte de mujer y pasar desapercibido en una noche de cena y discotecas en varias capitales inglesas.
Y yo llevo un monton de años por imaginarme el mundo con tacones, faldita, y un apretado sujetador, pasando por una guapetona mas. Llegue a incluso estudiar la viabilidad de montar una filial en Granada, teniendo en cuenta la fauna nocturna tan magnifica y variada que hay por aqui. Pero prefiero dedicarme a cosas que comprendo mejor, y este negocio habia que 'entenderlo' para sacarlo adelante con pasion.
El caso es que pense que seria interesante intentar copiar esta experiencia, y pasar unas horas en plan 'Priscilo, reina de la Alhambra y el Paseo de los Tristes'. Soy 237% heterosesual cuando me lo propongo, pero casi desde el principio, al ponerme las botas de tigresa, y la minifalfa con panties, y una sugerente blusilla fucsia, que ocultaba mi pecho lobo, el gay que habita en mi, salio del armario, y casi arrasa con todo que se moviese sobre dos y tres patas.
Sentia como un calorcillo viendome asi, como el calorcillo que senti las primeras veces que probe algunos vestidos de mi madre. Y insisto, soy un puro machote Irlandes de los buenos. Todos los hombres hemos vivido esta situacion antes, y quien no ha probado unos buenos tacones. En fin, tras una buena cantidad de maquillaje, y una peluca a lo Tina Turner, consegui parecer una buena y corpulenta jamona en busca de diversion.
Tras salir de la 'base' de operaciones de la Operacion Priscilo, ande con dificultad por el camino de Ronda, que esta en obras gracias a la Operacion Topo del Sr. alcalde, llegando a quedar atrapada en una arqueta mal cubierta, mientras que los dos tipejos contra los cuales habia perdido la apuesta, se escogorciaban con el espectaculo.
Estaba segurisima de que nadie me iba a reconocer, y menos tras unas gafas de sol prestadas de la Lady KaKa, pero me encontre de frente con alguien que me caia particularmente mal. Desvie la mirada, mientras temblaba de furia, y pensaba en darle un par de yoyas, pero pense friamente que seguramente no me habia reconocido. Aunque solto un comentario de mal gusto a una distancia prudencial del angulo de ataque de mi bolso, pase de todo, y empece a disfrutar del anonimato que te da esta curiosa y maravillosa experiencia.
El plan inicial consistia en cenar algo, en un buen restaurante, y posteriormente, tocaba ir de marchola hasta el alba. El restaurante estaba por la zona de calle Ganivet, y cuando iba por la mitad de la calle Recogidas, me dolian tanto los muñones que tengo por piernas, que me entraban ganas de descalzarme, pero mis dos acompañantes me lo prohiberon, ya que ninguna lagarta que se precie se descalza nada mas comenzar la noche.
Una vez en el restaurante, estoy casi, casi, casi seguro que el camarero no se habia dado cuenta de mi cambio camaleonico de genero temporal, aunque tenia una sonrisilla socarrona que no me gustaba nada, o quizas estaba yo un poco susceptible de mas. En fin, que tras unas buenas birras de marca, me costaba basante mantener el tono de niña buena, y alguna vez, mi voz a lo Barry White aparecia durante frases enteras, aunque dudo que la gente que estaba a nuestro lado se dio cuenta.
Y claro, con tanta cervecita, combinado con ricas carnes a la brasa, empezaron a causar "turbulencias intestinales", asi que me calce mis Manolas Vlanik, y torpemente fui hacia el Water Closet, para soltar un buen losco truñero Tomkatiano. Nada mas pasar la puerta, fui hacia el orinal, porque me hacia pis-pis, y entonces me di cuenta que iba vestido de Miss Marple, o la hermana warra de Lady Kaka. Un caballero trajeado, con pinta de notario me indico secamente que el WC de las shicas estaba tras la otra puerta.
Tambaleando de dolor por las rozaduras de mis zapatitos, y la presion de mi vejiga, entre en el tocador de señoras y señoritas. Dentro habian cinco o seis mujeres, maquillandose, y dos de ellas estaban en un receptaculo , haciendo no se que. Una mujer mayor me miro de arriba abajo, con mirada despectiva, pero dudo que se olia que debajo de mi vestido habia un tio irlandes mas machote que Bono de los YU-tu. Supongo que pensaria que yo era una pilingui de caza con mis dos shulos..
Me meti dentro de un receptaculo, y solte un truño mientras soltaba aguitas amarillas oscurillas con mucha espuma. Tras el truño salio un buen toque de corneta involuntario, y tras un largo silencio, las chicas del tocador comenzaron a partirse el hopo. Me limpie la retaguardia con la maxima premura, y sali de ahi con tanta prisa, que me parece que no tire de la cisterna, ni me lave las zarpas.
Mas roja que un tomate, suplique a mis colegas terminar la comida en el acto, pero los 500 euros de penalizacion en caso de no completar la ruta de las chicas traviesas me hicieron pensar que nadie me conocia debajo estos cuatro kilos de maquillaje y peluca barata, asi que me pase a las cubaticas de Bacardis cola, mientras comia fresones de Huelva, con crema de nata de las Islas Shetland, con caramelo marca Nestle.
Fingi una orgia falocratica con dos buenos fresones, acabando con mis morritos llenos de cremita, y eso me costo una embarazosa amonestacion, con posibilidad real de acabar en los calabozos de la police local, por parte del miserable camarero, para deleite de los chicos, que se lo estaban pasando pipa con la escena.
Pedimos la cuenta, y salimos a tomar unos copazos antes de ir a la disco. Ya estaba bastante cargado, asi que opte por unos pacharanes, que te suben menos a la cabeza tras unas cervecitas de importacion, y unas cubaticas. Me sente con las piernas mas o menos cruzados en un taburete de patas largas, y cuando iba por mi tercer pelotazo, me fije de reojo en un espejo del local, y vi como mi paquetazo se marcaba dentro de mis panties de raso rosa, a la vista de la mitad de los clientes de tan concurrido local, y como la mayoria de ellos estaban mofandose de mi "deja vou".
Ya era hora de ir hacia la disco, que estaba a diez minutillos de caminata del local. A mitad de camino, paramos a compartir unos porracos con unos amigos de mis colegas, y tras unas caladas, tenia la cabeza despejada, para seguir la noche. El local era bastante oscuro, y aunque era mas bien de tematica un poquillo gays, en pocos minutos estaba rodeada de apuestos hombres que me parece que pensaban que yo era una diosa de la noche.
Varios empezaron a invitarme a shupitos de Vodka, uno tras otro, y mientras un tio vestido de mujer fatal versionaba a la Monica Naranjo, senti como me empezaban a sobar el cuello dos tios a la vez, uno en cada lado, mientras otro empezo a palparme el culito...
Esto empezo a darme mal rollo, aunque eran muy educados, y olian muy bien a colonias "Pour homme" de los caros, el tercero empezo a dirigir sus dedos hacia mi chusco percutor 2500 XXL.
Logre escaparme de los tres babosos, diciendo que tenia que hacer cosas intimas femeninas relacionadas con mensualidades puntuales, y me fui a la otra punta del local. Ahi habian mas chicos vestidos de titis sentados en taburetes, y empezamos a hablar de lo incomodo que era andar con tacones, y lo dificil que es encontrar zapatos de tacon de aguja cuando tienes un 45....
.....y entonces la sala se lleno de polis. Nos registraron a todos y todas, y enseguida me metieron en un fugon celular con mas "chicas especiales". Encontraron un "chinaco de hachiz" en mi bolso, regalito de los compis con los que paramos a fumar unos porracos antes de la disco. Con lo cual, me detuvieron, me registraron con guantes de goma y todo, me quitaron la peluca, por si intentaba ahorcarme con ella, y me sacaron huellas y fotos de cuerpo entero.
Durante un rato, seguia siendo de noche, aunque mi unica referencia era la luz que pasaba por la rejilla de la puerta de la celda. Jamas me habia sentido tan avergonzado en mi vida, y mi resaca era bestialmente de los peores de todos los tiempos. Tras un desayuno carcelario Granadino compuesto de cafe y hojaldres azucarados de una prestigiosa marca local, me metieron en un furgon policials, vacio, que olia a pisipis y rancios fluidos corporales en el ambiente grafiteado de la celda movil. Eso si que me dejaba flipando, viendo los garabatos de prisioneros supuestamente esposados, con cinco tintas de boli diferentes.
Tras un mareante tour de diez minutos por las calles de Granada, segun podia ver por el ojo de buey del furgon, llegue a los juzgados de la Caleta, para un juicio rapido. Por increible que os pueda parecer, tras una noche en los calabozos, los cuatro kilos de pintura facial hacian que mi cara pareciese un retrato pintado por Jackson Pollock, añadido al hecho de que me estaba saliendo la barba otra vez. Intente adecentarme como pude, pero tras una noche de marcha vestida de mujerzuela, la cosa tenia poca solucion.
Entonces me toco mi turno ante el juez, que me miro un poquillo perplejo, sin duda por mis casi dos metros de altura con Lolo Vlaniks de aguja, y mis ciento y piquillito de kilos de masa humana irlandesa. En cuestion de cinco minutos, me condenaron a pagar 534 euros de multa, y me soltaron en el acto. La verdad es que se portaron genialmente conmigo, y un par de funcionarios me consiguieron un taxi, que me recogio en el callejon lateral, donde aparcan los furgones celulares. Me monte, y resulta que el taxista era colega motero. Se partio el hopo, pero conociendo mis excentricidades, se creyo lo de la apuesta. Subiendo por la rampa, un grupo de fotografos empezaron a sacarme fotos, pero yo me tape la cara con el 20 Minutos de mi colega el taxista motero....
...Resulta que me habian confundido con una cantante famosa, que habia sido pillada haciendo trompos automovilisticos por el Carril del Picon, bajo la influencia de muchos shupitos de Gressy, regado con cubaticas y mas cositas. El dia siguente, mi foto aparecia en los diarios de toda España, Baleares, y las Islas Canarias, aunque muy pocas personas sabian que era yo la mujer de la foto.
Pues visto asi, la cosa tenia gracia, dentro de lo mal que lo habia pasado. Una vez en casa, me duche, y suspire aliviado, mientras se alejaba el taxi, con el taxista partiendose el pecho de la risa a todo volumen. La Churri no volvia hasta la noche, asi que sali al jardin, y tire la peluca, panties de raso rosa, y demas indumentaria femenino a la barbacoa, donde le prendi fuego, y lo incinere hasta que no quedo nada. Luego me duche, y tras unas buenas horas de sueño reconciliador, logre recomponerme mas o menos.
A mis colegas los soltaron la noche anterior, con una amonestacion por juerguismo nocturnis, y tras una larga conversacion timofonica, acordamos hablar lo justo de este vergonzoso asunto.
Tras reflexionar unos meses constantemente sobre esto, he llegado a varias conclusiones.
Una de ellas, es que andar con zapatos de tacon es un coñazo tremendo. Otra es desaconsejar vestir cosas femeninas de vestir en publico, a no ser que tengas verdadera aficcion, aunque senti como un calorcillo cuando me arregle inicialmente en esta nefasta ocasion.
Tampoco me gusto ser manoseado y besuqueado por cuatro hombres, aunque, en su momento y contexto, la sensacion de sentirme una "diva" molo mazo-cañonazo. En fin, que lo mejor es hacer estas cosas en casa, que una nunca sabe lo que pueda ocurrir cuando hay luna llena sobre la Alhambra de Granada.
Andan lobas sueltas por las calles.....
