18/2/11

Subi una montaña, y baje un peñasco.


Parafraseando el titulo de una entretenida pelicula, se me metio entre ceja y ceja subir a un fortin morisco abandonado que hay cerca de casa de mi padre, lugar de una cruenta batalla para echar a los ultimos moros de la peninsula.

Aunque estos dias estoy saturado de trabajo online, decidi saltarme mi rutina de 10-12 horas tras el portatil, y me prepare minimamente para ascender a este fortin abandonado, con mi fiel perrita viajera conmigo, para asustar a los posibles bichos del campo que podrian andar por el camino.

Comence mi subida sobre el mediodia, y aunque iba bien equipado, sali sin camara de fotos, ni agua, ni mi navaja de degollar jabalies, pensando ingenuamente que no me haria falta agua, o que habria alguna fuente por el camino, o sencillamente, que tardaria un plis plas en subir y bajar, porque total, el tramo final marcado era de tan solo 2.600 metros.

Conforme llegaba al primer tramo de ascension al Fortin, me encontre dos aguacates que se habian caido de un todo terreno, asi que los guarde, con la idea de darlos a mi madre. Y acto despues, otro excursionista me saludo, que habia dejado su coche a pie del tramo principal.

Los primeros metros fueron durillos, pero con abundantes paradas para coger aire, y encharcado hasta las trancas de sudor, supere el punto mas distante que yo habia recorrido previamente de la ruta, pensando que estaba muy cerquita del Fortin.

En una parada, me alcanzo el excursionista del coche, que era un hombre de unos 60 años, que hablaba ingles con accento aleman. Le salude, y le pregunte si sabia si estabamos cerca del Fortin, porque ya llevabamos en peasso de trayecto hecho, y cada vez que superabamos un repecho, parecia que habiamos llegado a nuestro destino. Me dijo que nunca habia subido, pero que tampoco pensaba que estabamos muy lejos.

Me adelanto, y nos fuimos adelantando el uno al otro durante gran parte de la subida. Encontre una charca con agua de lluvia, que enseñe a Fueticia, que pego unos buenos tragos, mientras que yo luchaba contra una sed imperiosa, pero pensando que me podria aguantar hasta la vuelta.

Hablando con mi colega, vimos lo que parecia una estructura en forma de cruz encima de un risco, a bastante distancia todavia de nosotros, de frente. El pensaba que eso seria el Fortin, y cuando se distancio, vi que efectivamente, la senda iba hacia esa cumbre.

Pase al lado de 3 ó 4 hornos abandonados para cocer la cal, y inicialmente pense que estaban relacionados con la fortificacion, hasta que mi nuevo colega me dijo que eran caleras, y no la casita del guarda de camino de acceso al castillo.

En el ultimo tramo de ascenso, mi compi corono la cima unos 20 minutos antes que yo, y cuando llegue, hecho polvo, tras casi 3 horas de ascenso, estaba asandose unas chuletillas a la brasa, con patatas y verduras frescas de guarnicion.

Hablamos un poco sobre el sitio, y la batalla, ya que por lo visto, sobre la cima de esta montaña, se hacinaron cerca de 7000 personas. Por lo visto, durante la reconquista, los cristianos rodearon un pueblo cercano, y consiguieron que sus pobladores moros huyeran al Fortin, que era el lugar mas seguro de toda la zona, y la mas facil de defender, porque una vez en la cima, con cuatro piedras podias cargarte a un monton de gente.

No me imagino a cerca de 7000 personas transitando hacia el fortin por el camino infernal por el que subi, pero por lo visto, asi fue. El fortin fue atacado por cuatro flancos, y la menos protegida, por lo abrupto del terreno, fue por donde consiguieron entrar los cristaianos, a costa de tener numerosas bajas, que sumaron cerca de 2500 fallecidos entre los dos bandos.

Una vez ocupado el fortin, los moros supervivientes fueron llevados a la costa, y deportados fuera de la peninsula iberica. Varios moros lograron escapar atraves de las montañas, lo cual debio de ser admirable, viendo lo jodido del terreno.

En fin, tras charlar con mi colega el excursionista, y viendo el banquete que se estaba preparando, le ofreci un aguacate, diciendo que le vendria bien para acompañar la comida. Se quedo un poco pillado, y me ofrecio un minibrik de zumo de uva, que acepte con gusto, ya que estaba a punto de quedarme frito en el lugar por la falta de agua. Me supo a gloria, y le regale mi segundo aguacate, y el me ofrecio un segundo brik, que me bebi mientras contemplaba unas vistas espectaculares de la costa.

Tras descansar unos minutos, Fueticia y yo dejamos al tio en la cima, que se estaba poniendo las botas con las chuletillas asadas (que no me ofrecio a cambio de mas aguacates..).

La verdad es que por encima de cualquier cosa, seguia con muchisima sed, aunque no estaba deshidratado muy seriamente, tras pellizcarme el brazo, para ver si tardaba mucho la piel en retraerse, lo cual en mi caso, no suponia que yo estaba peligrosamente deshidratado. Fueti y yo comenzamos el camino de vuelta, bromeando con el excursionista de que para hacer el viaje de vuelta, lo hariamos en 45 minutos.

Una vez en marcha, me di cuenta que el viaje de retorno no iba a ser rapido, y menos con lo escarpado del terreno. Me cruce con dos senderistas a mitad de camino, que salude, mientras me partia el hopo pensando en el romepiernas que tenian por medio, hasta los mas de 1000 mts sobre el mar del fortin.

Mi madre me llamo, desesperada, porque el pequeño paseo por el campo iba ya por las casi 5 horas, y los ultimos metros del ultimo tramo se me hicieron interminables.

Ni me imagino como me sentiria si no hubiera tomado los dos briks, porque aun asi, tenia fuego en la boca, y tuve que escupir varias veces, porque la sensacion en mi boca era de lo mas desagradable. Menos mal que nadie me vio, porque eso de escupir es algo que no hago a menudo, y menos con espectadores.

Una vez en el coche, bebi casi de un tiron un litro de agua que guardo en el coche, y ni asi tenia hambre. Ya en casa, me quede frito en el sofa, en las primeras horas de la noche, asi que me pegue un buen baño caliente, para aliviar mis incontables dolores, cenando a eso de las 9 de la noche, con mas bien poca hambre, algo dificil de entender tras hacer tanto ejercicio.

Fueticia estaba tan cansada, que ni siquiera tuvo ganas de hacer un ultimo pipi antes de la noche, y segun mi madre, ha dormido sin interrupcion toda la noche. Esta mañana, la pregunte si queria subir otra vez al monte, y me parece que si pudiera hablar, me hubiera mandado a freir monas....porque todavia sigue cansada tras la caminata.

Me siento muy satisfecho con mi aventurilla, y en breve tengo pendiente hacer otra interesante ruta en la zona.