24/12/08

UN TRISTE CUENTO NAVIDEÑO GRANADINO.....

Os pongo abajo el cuento navideño que he presentado al concurso de cuentos navideños chachis y felices del periodico IDEAL de Granada. Es obvio porque no se ha clasificado. ARRGHHHHH!!!!!!!!! Odio la Navidad y la fiebre consumista que la sigue...!!!!!

UN TRISTE CUENTO NAVIDEÑO GRANADINO.....

Suelo deambular por la zona de Bibarambla, durmiendo en
portales, o vigilando obras a cambio de un sitio donde echar mi viejo
saco de dormir. Mi Raquel vivía conmigo, pero tal como ella dijo,
no duraría otro duro invierno Granadino.

Y así fue, el invierno pasado, no se despertó una mañana, y yo me
quede solo, sin mi niña, que aunque desdentada y sucia, era para mi la
mujer mas maravillosa del mundo. No se me olvidaba cuando lograba
sacar uno cuartos de mas a los turistas, con un cartel pidiendo limosna
para pagar las letras del BMW, con una sonrisa de niña picara ,que me
tenia dándole gracias al cielo por estar con ella.

Todas las mañanas me cruzaba con una anciana, la Doña Petra, que
repartía comida y ropa entre los indigentes de Granada, acompañada por
una traviesa perrita Yorkshire que casi nunca llevaba con correa, y
cuya actividad mas placentera era acorralar a los viejos palomos que
hay en el centro.

Yo la admiraba, y la ayudaba en todo lo que podía.. Entre tanta gente
egoísta, daba gusto tener a alguien así, que nos trataba como seres
humanos, a diferencia de los clásicos mal educados que nos espetaban
frases denigrantes, o miraban en otra dirección.

Aunque era mayor, en sus facciones se vislumbraba que había sido una
mujer atractiva. Me sentía bien con ella, contándole mis nuevas
técnicas de marketing para sacar un chavico a los guiris, y le hacia
reír con mi fértil imaginación de 'empresario de la limosna'.

Este invierno se presentaba mas duro, o eso me parecía a mi, cuando a
finales de Noviembre se congelaban las fuentes y había hielo en los
rincones mas gélidos y recónditos de la Catedral.

Las primeras horas del día eran los mas duros, hasta que salía el sol,
atravesando Bibarambla como una cigüeña en vuelo rasante, inundando
todo de un crisol de tonalidades doradas y grises.

Las tiendas estaban decoradas con motivos navideños, mientras yo me
enfrentaba a mi primer navidad sin Raquel. Durante los cerca de veinte
años que estuvimos juntos, siempre busque la forma de hacerle un
regalillo, como un collar, o unos pendientes.

Este año no se lo que le hubiera regalado, pero desde su muerte, yo
pasaba las horas muertas haciendo unos dibujos en un bloc, con
plumilla, y tinta china de diferentes colores. A la Doña Petra le
habían encantado, y me regalo varios blocs de papel del bueno, para
plasmar mis fantasías tintadas de tristeza y melancolía.

Pensé en regalar a la Doña Petra, para estas navidades, un dibujo
bien grande, de casi un metro cuadrado, de la parte de Bibarambla
donde estaba la casa donde ella había vivido sus sesenta y muchos
primaveras muy bien llevadas.

Lo hice a escondidas, dividiendo el papel en cuatro partes, y me llevo
cerca de un mes, dedicándole muchísimas horas.


Ella consiguió devolverme la ilusión por la Navidad, cosa que hice
volcándome en cuerpo y alma en el dibujo para ella. La noche del 24,
envuelto en papel de regalo, le di el dibujo, con instrucciones para
abrirlo el 25 por la mañana.

Percibí en ella la misma curiosidad que tiene una niña pequeña en vísperas
de abrir sus regalos, y eso me hizo sentirme incluso mejor, ya que había
dado todo de mi en la elaboración de mi mas magna obra a tinta china.

Y la vi, en un callejón, volviendo de madrugada de una cena familiar,
sola, con su perrita, asustada por el ruido y las sirenas. Me acerque,
y la acompañe a su portal, quedándome tranquilo cuando llego a su
piso. Me invito a subir, pero no subí.

Al salir a la calle, una veintena de jóvenes empezaron a patearme y
apalearme, hiriéndome mortalmente de una certera patada en el hígado.
Me desvanecí sabiendo que la Señora Petra estaba segura en su casa,
mientras me venia a la mente la cara de mi Raquel, mi Raquel que no duro
otro invierno Granadino...