24/4/12

Pendientes.

Hace unas semanas fue el cumpleaños de mi niña. Como suelo ir de compras con ella, y ultimamente al Serrallo Piazza, observe que le gustaba un monton unos pendientes de bisuteria con forma de piruleta.

Decidi sorprenderla, y en los primeros dias de apertura del Serrallo Plaza, me escape de mi Churri que estaba viendo ropa interior en una de las tiendas, y le dije que me iba al WC a relajar cosas intestinales. Lo que hice fue cruzar una de las salas principales, y me meti en la tienda de los pendientes con forma de piruleta.

Habia una cola de unas sesenta personas, con lo cual era imposible que me atendiesen con rapidez, y menos en el tiempo estimado para evacuar intestinos personales mios. Asi que los deje en la estanteria, y pense en volver con mas tiempo. Unos dias despues, volvi, a la hora de comer, sin mi niña, y me fui directo a la tienda. Todo estaba tranquilito, y apenas habia gente. Mire en la estanteria, y ya no quedaban los dichosos pendientes.

Mire durante un buen rato, y me decidi por unas con forma de lagartija, con otras que parecian trozos de coral. La dependienta, una pija que seguramente fue a clases particulares de pijismo, me dijo que no se podian cambiar. No le di importancia, pague los pendientes, y me fui a comer.

Luego le di los pendientes. No le gustaron nada, y tras decirle que no pasaba nada, que se los podia regalar a mi madre, me dijo que se iba a la tienda a pedir una devolucion. Afortunadamente me perdi eso, que seguramente no tiene ninguna gracia para la pobre pija de la tienda.

Por lo visto, no hubo manera. No hay devolucion, y en el mismo recibo lo dice. Peeeero si es posible probarse los pendientes en la tienda. Que curioso, y que gran contradiccion. La dependienta argumento que era por razones sanitarias. Pero por lo que se, por ejemplo, en el caso del virus del Sida, el virus se puede mantener con vida unos largos minutos, y hipoteticamente, el virus podria pasar a infectar a varias personas probando pendientes en un ratilllo.

Si te llevas los pendientes a tu casa, el virus estaria muerto nada mas en los viajes de transito. Otro argumento esgrimido por mi Diosa era que en el espacio de 24 horas no se habia puesto los 8 pendientes del que estaba compuesto mi regalo, en un blister. Finalmente, le dijo a la pija si se los queria quedar, que ella no los queria. Salio echando humo de la tienda, y pensando en contar con pelos y señales a sus 76 contactos de Facebook, el atropello sufrido por la tienda.

No hubo manera de que me los devolviese. Asi que hace un par de dias, me fui a otra tienda tambien en el Serrallo, donde me habia fijado que a mi niña le gustaban otros pendientes. Le pregunte a la simpatica dependienta si se podian cambiar, y me dijo lo de las razones sanitarias. Entonces le pregunte si era posible probarlas ahi, y me dijo que eso si. Le conteste que eso era una gran contradiccion, y me dijo que eran las normas.

Opte por comprar un colgante muy curioso. Queria comprar los pendientes a juego, pero la cosa me habia tocado la moral, asi que completare los regalos del cumpleaños de mi niña con sorpresitas por aqui y por alla, pero nada de pendientes.

Es la ultima vez que compro pendientes. Los primero que compre, de plata, si gustaron, pero se me han quitado las ganas de aguantar normas estupidas en grandes centros comerciales.

En fin, parece ser que a la niña le gusta el colgante.