Tengo muchas ganas de ser papa pronto, pero despues de lo que me paso hace un par de dias, pues estoy un poquillo acojonado. Sin duda hay niños buenos, y hay niños malos a mas no poder. Pues bien, el lunes, que era puente por estos lares, me toco hacer de payaso en el cumpleaños de mi sobrino politico.
A mi no me importa, y tenemos que amortizar el traje que me hizo mi suegra para cumpleaños previos. Yo les gusto a los niños, porque soy grande, y bonachon, con lo cual doy el perfil perfecto para hacer de payaso. El peque, que cumplia 6 añotes como la Catedral de Oslo, ya sabe que yo soy el payasete oficial, pero entre los dos nos guardamos el secreto, en complicidad de cara a los demas niños en la fiesta.
En esta ocasion me tocaba entretener a 12 niños, de menos de 10 años. La idea era maquillarme, ponerme el disfraz, y hacer unos trucos de magia, una conga, y lo que surgiera despues de forma improvisada. Nada mas bajar, ya empece a sufrir los primeros atentados en mis pliegues de piel corporeo. Como la fiesta tenia tematica pirata, con mi peque de capitan de barco pirata sin loro en el hombro, intente que los pequeños diablillos formaran un grupo ante mi y el capitan, pero fue imposible, porque enseguida hicieron lo que les dio la gana.
Mientras tanto, varios padres y madres se ponian agustito con las cervezas y cubatas que yo no podia tomarme, ya que soy responsable cuando tengo que conducir, y cuando no tengo que conducir. Uno se hace mayor, y no le divierte levantarse con dolor de cabeza. El caso es que pensaba tomarme una sola cerveza con alcohol, pero este fue interceptado por uno de los padres de las criaturicas que yo tenia delante. En toda la fiesta, estos padres no pusieron orden en ningun momento, mientras se desarollaba una autentica batalla campal delante de ellos en la cochera multiusos de mi cuñada favorita.
Asi que para agilizar las cosas, la cuñadisima saco una piñata, para los peques, usandome a mi de soporte para mantenerlo en el aire. No tardaron ni dos segundos en empezar a tirar de las cuerdas, pero curiosamente, la piñata no se abrio. Lo abri yo encima de ellos, y durante un buen rato, estuvieron recolectando los premios, chuches, caramelos, y similares en el suelo.
Luego, no se como surgio, pero la conga empezo de forma agresiva, cuando los niños empezaron a atacarme con la coleccion de peluches de mi sobrinillo. Pense que era positivo que el payaso hicera algo con los niños, y cogi una serpiente de peluche de dos metros de largo, y comence a perseguir a los peques por la sala. Y ellos se tomaron eso como un patente de corso para organizarse para arrinconarme, y darme de yoyas y patadas con los peluches que ellos tenian a mano, globos, y demas objetos contundentes.
Resumiendo, tengo varias mordeduras, moratones, y una patada bien fuerte en mis partes blandas asexuales intimas masculinas, realizado por una angelical niña de 5 años, que sus padres creen que es un regalito de los dioses de la atmosfera superior.
Hasta esta mañana, con la colaboracion de mi Churri, no he podido comprobar si mis joyas estaban lesionadas de por vida. Afortunadamente parece ser que todo esta en su sitio, y que sigo como un toro de la pradera sideral en ese aspecto. Pero cuando me paso lo de la patada, casi me caigo de bruces de dolor. Mientras, los padres y madres se lo pasaban pipa. De hecho, ya de madrugada, mi cuñadisima les tuvo que aconsejar que seria adecuado ir hacia sus respectivos domicilios, con sus respectivos criaturicas, que os aseguro que eran peor que un camion lleno de Gremlins mojados con agua de manantial.
Cuando ya estaba hasta los huevos, literalmente, le pregunte a la hermana de mi Diosa si podia dar por finalizado mi 'actuacion', a lo cual me contesto por supuesto que si, y me tome una ducha en el piso superior, para recuperarme del mal rato, y de los calores extremos que ocasiona mi traje de faena payasistica.
Al volver, me encontre a los 11 diablos, y a Angel, que curiosamente es el nombre de mi peque favorito de todos los tiempos, vendo al Bob Esponja en DVD, mas mansos que unos corderitos. Circula el rumor que esta extraña serie de dibujos animados tiene efectos laxantes sobre los niños mas revoltosos. Doy fe sobre este punto, porque mientras ellos lo veian, apenas se movieron de la pantalla de la television.
Pero en cuanto termino, volvieron a arrasar con todo. Una niña, viendome ya vestido de civil, me dijo que yo era el payasete pirata, a lo cual le conteste que por supuesto que no. Pero ella insistia. Pase de ella, que me habia pegado bien fuerte varias veces, y encima me habia insultado. Al caer la noche, tanto como la Churri como yo tuvimos ganas de poner los pies en alto, y echar una partida de Monopoly en el piso, asi que nos quitamos de enmedio.
Tengo la sensacion de haber hecho el payaso con estos niños desagradecidos. Ya he dicho que no volvere a hacer de payaso en mas fiestas si los niños van a estar en plan de potros desbocados salvajes correteando por la cochera. Las primeras dos veces que lo hice, me lo pase bien, y se lo pasaron bien los niños, pero esta vez, creo sinceramente que los niños eran sencillamente unos niños malcriados y soberbios que en futuras fiestas habra que entretener de forma estudiada y controlada.
Francamente me siento un poco decepcionado con el resultado de mi esfuerzo a la hora de hacer de payaso en estas circunstancias.