Y para colmo, la Churri y yo entramos de los ultimos antes de cerrar, y nos agasajan con los mejores fluidos de la destileria. En vasos de shupito, pero joder, volver a la calle tras ver con mis ojos como se fabrica semejante nectar de los dioses, no tiene precio !!.
Aunque utilizan metodos modernos, unos litros de la produccion se hacen de forma artesanal, en alambiques carburados mediante carne de olivo, para que los pocos mortales que nos dignamos en desviarnos unos cientos de kilometros, puedan ver como se fabrica esta maravilla que evita que los hombres maduros precisemos de Botox y mierdas similares, para seguir en cartelera.
