El pasado jueves, Manolo toco solo en Dolar , un pueblo a unos pocos kilometros de Guadix, direccion Almeria. Este concierto fue uno de los que me gustan a mi, porque todo salio divinamente, y nos trataron genial.
Salimos ambos sobre las 1 de la tarde, con la autocaravana, que para viajar es lo que mas me mola, porque es comodisimo, y ves cosas que no se ven desde un coche. La idea era llegar sobre la hora de comer, jalar un bufalo entre dos barras de pan, y echar la siesta obligatoria.
Ademas, estabamos a 40 grados de media en la zona. Fuimos por Tocon de Quentar, y la Peza, para evitar la subida de Puerto de la Mora, que revienta motores de camiones sin piedad. En unas dos horas, con abundante cachondeo incluido, mas una parada para miccionar agonicamente, porque estamos ya listos de papeles, llegamos a Dolar.
La zona esta poblado de centrales eolicas, o sea, molinillos de viento de decenas de metros de alto, y placas solares. Hay incluso una fabrica de ensamblaje cerca Dolar.
Pues nada, llegamos siguiendo una chuleta manuscrita de Manolo, con el que no se aclaraba ni el, con frases como 'cuando llegues al R-4 azul, dobla a la derecha, y sigue la calle 11 metros...', con nuestro peasso de autocaravana, que ocupa mas metros cuadrados de carretera que algunos pisos.
Encontramos un escenario, delante del museo micologico de Dolar, y sacamos las columnas de sonido, y unas cosillas mas, para tener espacio para la siesta. Comimos adecuadamente, y tras averiguar que no podriamos ver la telenovela Bandolera, de la que uno de los dos es fanatico (no puedo decir quien de los dos), echamos una buena siesta, interrumpido por varias llamadas telefonicas, ya cuando tocaba levantarse.
Tras tomar cafe en la estupenda cafeteria del centro micologico, nos enteramos que no tocabamos en el escenario, si no en una nave adyacente, para los mayores del pueblo. Localizamos a la majisima alcaldesa, y tras conseguir entrar en la nave, pudimos montar en poco tiempo el equipillo.
Luego, durante una hora y pico, estuvimos relajandonos en un portal trasero, donde vimos una estupenda puesta de sol sobre la altiplanicie de Guadix y Baza.
Sobre las 21hrs, la sala se abrio, para dar de cenar a unos 150 pensionistas, amenizados por las melodicas canciones de Manolo. Hablando con la simpatiquisima alcaldesa, le pregunte si nos darian una hoja de lechuga para compartir, y me dijo que si, que nos pondrian algo.
Asi que empezo la actuacion, y a mi me entro mas hambre que un leon en un desierto. Tras un rato, aparecio Pepe, nuestro manager, que me ha bautizado como 'El road manager de Manuel Rainier' , lo que significa que si Manolo quiere un bocata de calamares con salsa tartara, y perejil vietnamita, el Road Manager se lo conseguira...
Tenemos cachondeo con mi nuevo cargo. Pues tras tomar un refresco en el primer descanso con Pepe, me fui a seguir la actuacion, y ver si nos caia la hoja de lechuga pertinente. Estaba sentado en una silla, viendo como los pensionistas se engordaban tres o cuatro kilos esa noche, cuando uno de los camareros me pregunto si tenia hambre.
Le dije que no, que vaaaa, y pillo mi sentido de humor tipicamente Irlandes, asi que me trajo un refresco, y un peasso de plato de choto. Soy un devoto del choto, y como he contado por aqui, me he hecho la ruta de la tapa por toda la Alpujarra, menos por la parte de Guadix-Almeria.
Un grupo de ancianos me invito a su mesa, a comer mas comodamente, haciendome sitio, y pidiendome otro plato, helado, y refrescos, hasta quedar agradablemente saciado. Manolo odia el choto, pero encontramos una solucion despues.
Uno de los ancianos, tenia 88 años, y me decia que le gustaba mucho las versiones de musica popular de la decada de los 50-60-70, y que odiaba el pumba-pumba, que habia sonado cuando estabamos con las pruebas, antes. En el escenario, tenia que tocar un grupo de pop, que no sonaban nada mal.
Una vez termiando de jalar en serio, y tras estar un rato con Pepe, que venia con su hijo Carlos, Manolo pudo acabar la actuacion, ante la desaparicion en masa de los 150 pensionistas de Dolar. Seria sobre las 11 y pico de la noche. Mientras yo descableaba todo, Manolo se metia un melon y medio de cena por el gaznate, mientras que Pepe daba buena cuenta de un plato de choto del exquisito.
Tras desmontar todo, en menos de una hora a paso tranquilo, pudimos salir de Dolar, encantados con lo agradable que habia sido el dia y la noche. Llegamos a las dos de la mañana a Granada, tras un viaje integramente de vuelta por autovia. Por cierto, entre Guadix y Granada, solo hay tres radares !!! (en un trayecto de unos 80km).