Lo que os voy a contar a continuacion me paso el pasado miercoles, por la mañana. Habia tenido que ir a Malaga a hacer unas gestiones, y me fui con la Vespa, por la antigua nacional, bordeando la costa. Sali sobre las 8.30 de la mañana, tempranito, porque se que si madrugo, las colas suelen ser minimas.
El viajecito fue pesadillo, porque notaba mucho la humedad costera, y amenazaba lluvia, y ir atravesando los pueblos y ciudades de la Costa del Sol termina por cansar mucho, ademas de reducir la velocidad media que uno consigue en autovia.
No me gusta ni un pelo ir por autovia con la Vespa, y menos desde lo que me paso con mi ultimo viaje a Granada. Aprovecho la ocasion para contarte que la Kawa estara operativo la semana que viene, y que ya ha arrancado perfectamente en pruebas. Tengo muchas ganas de cogerla, porque sinceramente, la Vespa es cojonudo para callejear y hacer rutillas cortas, pero no para pegarme cientos de kilometros en una jornada.
Termine mis gestiones en mucho menos tiempo de lo previsto, asi que decidi hacer mi viaje de regreso en plan tranqui, parando un par de veces por el camino, para mitigar los efectos de pasar mas de tres horas conduciendo.
A la salida de Malaga, pare en una gasolinera, y aproveche para hacer una llamada que tenia que hacer a un familiar. El caso es que la conversacion duro un buen rato, y como tengo el codo izquierdo delicado, suelo utilizar el manos libres, cuando hablo por telefono. La voz de la persona con el que estaba hablando es suave, y tiene un timbre moderado, y si alguien intentase escuchar la conversacion en la gasolinera, solo podria oir con claridad lo que yo hablaba, y un murmullo proveniente de la persona con quien estaba hablando.
Yo estaba de pie, en una esquina de la gasolinera, cerca de la caja nocturna, y la gasolinera tenia un poco de eco en esa zona, porque habia una pared sellando esa parte de la parte trasera, que daba a un pequeño puerto. De repente, sin avisar, con maldad torticera y ruin, sono un poderoso trueno que hizo vibrar las chapas del techo de la gasolinera, y las paredes donde estaba yo apoyado.
Los ocupantes de los tres coches en la pista giraron la cabeza, y me miraron a mi directamente, pensando seguramente que ese infernal ruido intestinal rectal provenia de mi esfinter mas intimo y particular...
Me puse rojo como un tomate, y colgue la llamada a la persona que me habia dejado en evidencia ante TODA la gente de la gasolinera. No me parece muy normal que a uno le suelten flatulencias intestinales por telefono cuando uno tiene puesto el manos libres. En menos de lo que tarda un camaleon en trincar una mosca, sali cagando leshes de la gasolinera, donde no pienso volver a parar hasta dentro de 8 años y 7 meses....
Me parece muy bien que la gente disfrute sorprendiendo a los sufridos motoristas en transito con solos de trompeta, pero sabiendo que utilizo casi siempre el manos libres, pues no, no esta bien. Sigo avergonzado, y cada vez que lo pienso, me pongo mas rojo que el culo de un mandril. Por consejo de mi psiquiatra, he optado por contar al mundo lo que me paso, como terapia. Tened cuidadin con el manos libres !!