Os presento a Blacky, mi osito de peluche, que lleva conmigo desde que tenia yo 6 meses. O sea se, llevamos juntos 39 años. En mi pais, hay una curiosa y bonita tradicion, que consiste en regalar a los recien nacidos un osito de peluche, para protegerlos de los malos espiritus. Supuestamente, tu peluche es un especie de angel de la guarda, que te protege de las cosas malas y peligrosas.
Mi equipo de angeles protectores consta de Blacky, y de Guy, que he mencionado en otro post en el blog, hace unos meses. Sin su ayuda, este motorista de pro estaria en la nevera de algun tanatorio. Son los que , invisiblemente, mueven tu moto unos centimetros mas en alto en esa curva, para que la caida no sea la ultima, o los que te retrasan esos minutos, para que pases unos minutos mas tarde por esa calle donde estallo la bomba.
Guy es etereo, o sea, que aunque tiene una forma definida en mi cabeza, no tiene forma fisica, y Blacky si lo tiene. Yo si creo en estas cosas de angeles protectores, porque si no, no se como sigo vivo tras todo lo que he vivido.
Blacky es un osito un poco peculiar, porque lo compro mi madre en una tienda de Kings Road, en Chelsea, cerca de Londres. Dice que le costo bastante dinero, para ser un osito de peluche, y que es de una edicion especial. La tienda se llamaba 'Peter Jones', y era como una version de Harrods, pero en una de las zonas mas exclusivas de Londres.
Vamos, que naci en un barrio de millonarios, y nobleza variada. Estos peluches, en el mercado anglosajon pueden llegar a valer miles de euros, y en el famoso vuelo de Charles Lindbergh, en 1927, en la que cruzo el Atlantico solo, y sin escalas, a bordo del 'Spirit of Saint Louis', llevaba a bordo a su osito de peluche, que sin duda trabajo duro esos veintipico horas que duro ese epico vuelo.
He viajado bastante, y en aquel lugar que considero mi hogar, ahi reside Blacky, que generalmente preside mi dormitorio, aunque tambien ha pasado epocas guardado en un armario. Estoy muy orgulloso de el, y que sigamos juntos tantos años. Tiene merito, porque he vivido en varios paises, y en varios sitios distintos. Mas de una vez me mudado con todo lo que podia meter en un coche grande, asi que un peluche de este tamaño, goza de mucha suerte de ser incluido en la lista de cosas imprescindibles en mi vida
Calculo que mide unos 40 cm de alto, por unos 25 de ancho(el tronco), y pesara un kilo y pico. Las polillas le han atacado en alguna ocasion, pero el alcanfort ha mantenido el cancer polillar a raya, y Blacky sigue teniendo una buena forma fisica para tener casi 40 años.
En una ocasion, mi madre evito que yo le regalara al niño de la vecina, en un alarde tipico de altruismo Tomkatiano, hace mas de 25 años. Me alegro mucho que evitase eso, porque probablemente estaria llorando por su perdida, y en unas pocas semanas o meses, hubiera acabado en el cementerio de los osos de peluche, o sea, el contenedor de basura.
Mi hermano tenia uno, llamado Brownie, que regalo a una vecinita. Siente celos de que yo conserve el mio, y constantemente me dice que podria valer un pequeño Potosí, y que los hombres adultos de 40 tacos no guardan ositos de peluche en su dormitorio.
Cuando tenga hijos, weno, mi pareja maravillosa, cada uno tendra su Blacky propio, para protegerlos en esta extraña cosa llamado vida.
