Hace unos dias, quede con mi amigo Juan para hablar sobre la edicion de su libro. Nuestro lugar de encuentro habitual estaba cerrado, asi que nos fuimos a un segundo sitio, que segun el, tenia unas excelentes tapas, a escasos metros del primer sitio.
Al entrar en el nuevo bar, veo una tertulia de esos de camarera con clientes, y el bar-cafeteria vacio. Hay un televisor un pelin alto de volumen, asi que Juan y yo nos sentamos lejos de los tertulianos. De entrada, la camarera no era muy atenta. Nos trae un cafe con hielo para mi y una cerveza para Juan, sin tapa.
Juan me cuenta que las tapas son excelentes, pero que el tio de la cocina no esta. Viendo que la rubiasca de bote (...chouchou negrote), chochoni, y Granadina de esas que piensan que sus pedos huelen a fresas silvestres del bosque, sigue inmersa en su conversacion con los clientes, que estan tomando pelotazos de ginebra a media tarde, Juan la llama, y le dice;
- ' ! Oye prima !, ¿donde esta mi tapa?'.
La rubia se acerca, y desde la barra le dice a Juan;
- ' Me llamo Chari, y ahora le llevo la tapa '.
Debo matizar que lo dijo con malafollismo Grandino profundo, en un tono altivo. Volvio a su interesantisima tertulia con los señoritos Granadinos achispados por las cubatas, y tras 5 minutos flipando en colores con la educacion de la señorita, y tras acabar tanto el cafe como la cerveza, nos levantamos, y me fui a la barra para pagar a la desgraciada camarera.
Le di los 3 euros en un billete de 10, y me devolvio 7. No dije ni una sola palabra, y no deje ni un triste centimo para la chochoni de la camarera.
Juan y yo ya no vamos a volver por ahi mientras este la gillipollas esta tras la barra. Era la tipica tia que se cree por encima de todos, y que seguramente gasta su sueldo (si todavia sigue en su puesto), en ropa de marcas pijas.
Ademas, por la edad que aparentaba, y los 8 kilos de maquillaje, puede ser que en su ultima visita al cuarto de baño, habia descubierto que estaba menopausica.
Con tantos parados, la camarera esta deberia de habernos besado en la mejilla, y haber servido las consumiciones con la sutileza y dedicacion de una geisha.
Me da mucho asco este arquetipo de señoritinga Granadina.