Esta tarde, en mi sesion de paseo diario con Lady Fueticia Bernarda Penderhaur III, hemos rodeado el circo que se ha instalado en medio de nuestra ruta. Casi siempre ando por el mismo sitio, porque hay un par de perros que saludo afectuosamente, que se ponen locos de alegria cuando me ven. Estan en una finca vallada, y la hembra parece ser que ha tenido cachorros.
Aun asi, viene a verme, a darme un besito en la mejilla a traves de la valla. Pues hace cosa de unos dias, vimos como se instalaba un pequeño circo cerca de la casa de mi madre. Hay que admirar a estos artistas intinerantes, que no creo que vivan con grandes lujos, a juzgar por la antiguedad de algunos de los camiones.
Pues hoy hemos pasado por ahi, y hemos visto descansando dos camellos con el sol del atardecer. Fueti ha flipado, pero no estaba tan sorprendida como la primera vez que una burrita nos quiso dar besitos. Eso quizas seria porque el que teniamos mas cercano no tenia ganas de levantarse.
Me he mantenido a una distancia prudencial, porque se que escupen, y pueden morder. No son tan buenos como los caballos. Estaban bien atados con unas buenas estacas hincadas en la tierra.
El circo tiene tambien tigres, ponies, y algun bichillo mas que no he visto. Los tigres viven en un remolque, y casi siempre estaban tumbados. Tendria gracia que se escapara alguno por el pueblo, siempre y cuando no tuviera hambre, y no le pegasen un tiro,
De todas formas, las medidas de seguridad no estan mal, y no es posible entrar en el recinto asi como asi.
De haber visto camellos de los otros, hubiera deseado que les cayese encima un satelite descontrolado ruso o americano. No me importa de cual. Llevo unos dias pensando bastante en mi primo, y el primer capullo que le ofrecio un porro, o unos pastis.
No hay fotos, porque mi movil de ultima generacion esta pedido, y andara en transito unos dias o semanas mas.
