Como muchos de vosotros sabeis, soy un gran aficcionado al ciclismo, y las dos vigas de acero irlandes que tengo por piernas, tienen mas de 100.000 km de ciclismo del duro, con bicis que no tenian carbono, ni cambios electrohidraulicos, ni gps, ni nada por el estilo.
Seria alla por el año 1983 cuando empece a ver las grandes carreras ciclistas mudiales por la tele, gracias a los ritmos pegadizos que tenia la banda sonora de la vuelta a España, el Giro, la Tour, y alguno mas que se colaban en el televisor, cuando solo habian dos cadenas de television en España.
La emision solia empezar al medio dia, en el caso de la Primera, y por la tarde en el caso de la Segunda, ampliando horarios en fin de semana y festivos. Ahora tenemos de media 35-40 canales, y aun asi, la gente se aburre. Y yo en esa epoca, convaleciente de mis operaciones en los pies, me pase gran parte del 84 sin poder moverme del salon de mi casa, aburrido como una ostra, con los ojos pegados a la Nintendo Gameboy de cristal de cuarzo, leyendo de todo, y por supuesto, viendo todo lo que salia por la tele, cuando mis compañeros de clase estaban en el colegio.
Era como ir en un coche en movimiento, viendo paisajes de lo mas variado. En poco tiempo, hablaba con mi padre durante horas sobre las etapas de la Vuelta a España, y como mi heroe del momento, el corredor Sean Kelly le daba matraca al frances maleducado y conteston llamado Laurent Fignon *. Fueron carreras epicas, con hombres extraordinarios, sobre bicicletas que un aficcionado de medio pelo ni usarian para ir a comprar el pan.
Porque la tecnologia y el peso ha variado lo suficiente para llegar hasta el punto que hay un limite minimo de peso en estas carreras. Entonces las bicis eran de molibideno y aluminio, y ahora son de carbono. La retransmision duraba 3-4 horas de media cada dia, y el esfuerzo de los medios era impresionante, usando varios helicopteros, motocicletas de gran cilindrada, y un sistema informatizado primario bastante efectivo para saber que Fignon estaba a tres segundos de Kelly.
En los 90, mi heroe era Indurain, uno de los ciclistas mas impresionantes de todos los tiempos. Era el hombre bala de las mil y una escapadas. Sus escapadas se convertian en minutos, y el tio volaba. Ademas, al contrario de los ciclistas profesionales que suelen ser menudos, de baja estatura, y poco peso, Indurain andaba por los 80 y algo kilos, y media una lagartija y media mas que yo de altura, o sea, que se acercaba al metro 90 y algo con seguridad.
Gracias a el, he disfrutado como un enano de estas carreras, y incluso llegue a ver alguna etapa. En los ultimos años, mi hereo era Lance Armstrong, pero se queda un poco por debajo del peasso de monstruo del ciclismo que estaba hecho el Indurain en plena actividad.
Ahora no tengo ningun ciclista favorito en particular, pero en mi lista estaria Alberto Contador, que espero sinceramente que salga airoso de las acusaciones de dopaje por los pocos miligramos de clembuterol, que se por casualidad que es una sustancia que se usa para engordar ganado.
Cuando zapeo, y me encuentro en Teledeporte con alguna carrera ciclista, suelo terminar viendolo. Lo encuentro muy relajante, y he visto este año el Paris-Niza, y el tour a Quatar. Curiosamente, reconoci parte de la zona cercana a Quatar, donde estan los mejores hoteles del mundo. Es una autovia que reconoci en una peli que vi recientemente, cortesia de las escenas en helicoptero de la carrera.
Tengo ganas de ver la Vuelta a España este año, en plan tranquilo, si consigo aficcionar a mi madre o la Churri al ciclismo, porque no tengo television en mi madriguera, en protesta por el cachondeo de la TDT.
Igual puedo seguirlo este año online. Se me acaba de ocurrir esa posibilidad. Ahora que estoy semiretirado de mis grandes hazañas ciclistas, por problemas de secuelas de mi ultimo accidente de moto, pero tras haber hecho este kilometraje tan impresionante, comprendo mucho mejor lo de las estrategias, y lo mal que lo puede pasar uno, en trance, sacando energia de donde ya no queda mas energia, para pegar la ultima pedalada hasta la meta.
En la tele no se puede escuchar el ruido que hacen los neumaticos de una bicicleta en marcha, pero os aseguro que es mas agradable que escuchar el agua circular por una fuente...por lo menos para mi.
En fin, entre esto y el PGA de Golf, estoy entretenido. Y no descarto volver a ver Formula uno, si los genios de la Sexta logran engancharme este fin de semana.
* Curiosamente, tanto Kelly como Fignon fallecieron con poco tiempo de diferencia, en la cincuentena recien cumplidos. Me parece un detalle cuanto menos curioso. Esto no es una insinuacion sobre nada ilicito en el mundo del pedal y las bielas.