1/11/10

Bolsas de caca de perro-primera parte

Desde hace un mes, me dedico religiosamente, dos veces al dia, a
pasear a la perrita de mi madre por la ciudad, con la intencion de
desgordar unos gramos, y disfrutar de esos momentos magnificamente
acompañado por la lindisima Fueticia Bristula Fernanda.

Suelo escuchar musica en el Mp4, variando desde Barry White, a Duran
Duran, pasando por las mejores musicas que los 4 gigas de mi Zen Stone
me permite, aislandome de estos tensos momentos de mi vida.

Tengo varias rutas, aunque la principal se desarrolla a lo largo de
una avenida y la parte antigua de la ciudad. Tardo una media hora en
andar los dos kilometros y pico de esta ruta, y suelo cruzarme con las
mismas personas paseando sus perros, y en un caso, un cerdito
vietnamita.

Fueti, nada mas salir del piso, hace un pequeño pipi entre los coches
en la calle, y enseguida vamos a un diminuto solar, donde
religiosamente suelta un zuño de asombrosas proporciones para una
pseudo Yorkie.

Vamos, que mi perro suelta sus mocordos en el campo, lo cual no es como
soltarlo en una acera y no recogerlo en una bolsa. Durante mi ruta,
hay montoncitos de zuñicos por todas partes, sin recoger, porque por lo
visto, si el dueño de un perro cree que nadie ha visto que su canido
ha soltado un tronquito, pasa olimpicamente de recoger la desinencia
fecal animal.

Todos vamos con nuestras bolsas del Caprabo atadas a las correas de
nuestros lindos chuchos, pero me he fijado que mas de uno siempre va
con la misma bolsa, entre ellos, yo. Pero en mi caso, mi Fueticia
suelta los Friskies digeridos y procesados en el mismo sitio, con
precision de jps, y en un lugar adecuado para ello.

Ahora estoy pensando en preguntar a la atractiva morena del Setter
Ingles, cuando va a cambiar de bolsa.........