AUTOBIOGRAFIA CAPITULO 5
Inicialmente, hubo una pequeña confusion, y nos mandaron a mi hermano y a mi a la misma clase, en el bajo de un local en una casa en las afueras del pueblo. Pero en mi primera mañana, me mandaron directamente a la clase de Don Javier, en una de las viviendas para profesores, a unos 300mts de la clase de Gregory.
La clase era la archifamosa tercero de EGB, que tenia cerca de 60 alumnos, debidos a las ganas procreativas conjuntas de nuestros padres de producirnos a la vez durante el Baby-Boom de principios de los 70.
Enseguida me aceptaron todos mis compañeros, y me converti en un personaje muy popular de la clase. Y me gustaba mucho como nos daba clase Don Javier, excepto por el humo de sus Ducados, que nos impregnaba a todos. Podia fumar un par de paquetes, uno tras otro, durante una jornada lectiva, y eso me mareaba bastante. Aun asi, sus clases eran divertidas, y aprendiamos un monton.
Pasado unas semanas, y con apenas espacio en el 'salon' de la vieja casita para profesores, el ayuntamiento nos consiguio un local en la otra punta del pueblo, en los bajos de un edificio. Delante del local teniamos un solar que hacia de zona de recreo, con una montaña de escombro, donde hicimos un tobogan de tierra, y por donde nos tirabamos con cartones y plasticos.
Estando con el, tal como he descrito por aqui, vivimos el 23-F, genialmente explicado por el. Para mi fue un lujo tener alguien con una vision tan amplio del golpe de estado que podria haber sumido a España otra vez en una dictadura tercermundista. El caso es que lo que paso luego fue como una tensa calma, que luego se fue disipando con el clima de pertenecer al mercado comun unos años despues.
Mientras, en Finca Monica, la vida era bastante agradable, porque se acercaba el verano. Mi padre le construyo una piscina a una vecina holandesa, ademas de hacerle una instalacion de placas solares en lo alto de su casa. Era una vieja de casi 80 años, que tenia una veintena de gatos correteando por su amplio jardin. Pasaba 6 meses en España, y 6 meses divididos entre Holanda y Irlanda, donde vivia una de sus hijas. Mi padre le cuidaba la casa en su ausencia, y disfrutabamos de la piscina, que era una maravilla con forma de riñon, y mosaicos en tonos azules, con palmeras dando un poco de sombra.
Mi madre hizo varios viajes a Londres, la primera para llevar a mi hermano al hospital, donde le operarian de un apendicitis cautelar, porque el diagnostico en España y Inglaterra era confuso. En otro viaje, acompaño a la mujer de un agente de trafico, para abortar, porque aqui estaba prohibido y penado con la carcel. Me acuerdo de que mi padre llevo a mi madre y hermano al aeropuerto de Manises, en Valencia, y que era la noche de Eurovision. Vi Eurovision a solas con mi padre, viendo la deprimente representacion iberica, en forma de morenasca coplista-pop. Pase los dias sin mi madre y mi hermano con mi padre, yendo con el a todos sitios. Sus amigos me enseñaron a jugar con ellos al billar, y no me falto de nada, mientras el hacia trato en los bares de Benidorm, y la zona.
El salon de Finca Monica era enorme, con una gran chimenea, y suelos de marmol, Delante de la chimenea habia una gran alfombra, donde mi hermano y yo jugabamos, y montabamos un skalextrix, mientras nuestros padres veian la tele en el viejo Sony Trinitron con caja de madera, que duro cerca de 20 años. Todos nuestros vecinos eran extranjeros, y la verdad es que eran bastante hermeticos. El vecino opuesto a la casa era aleman, y conducia un Mercedes 300 amarillo, y estaba siempre borracho. Tenia muy mala leche, pero mi padre y el se toleraban, y hablaban a menudo.
Con los demas no hubo practicamente relacion, excepto con la vecina holandesa, que a su vez, era muy amiga de una misteriosa francesa que vivia en una casa enorme oculto en lo alto de un pinar, y al que se accedia por un camino de chinos, flanqueado por una entrada hecha con dos pilastros de roca de dos metros y pico de alto.
Nunca vi la casa, ni vi a esa mujer. Se hacia llamar Madamme, y solo se que era anciana. Como regalo de navidad, estrenamos bicicletas. Dos fabulosos BH Bicicross. El mio era verde oliva, y el de mi hermano era rojo. Pronto le pille dominio a la bici, y podia bajar por la escalinata de la casa, aunque eso tenia su complicacion, y nos caimos varias veces.
Yo cogia la bici, y me pasaba horas y horas dando vueltas por la zona de la urbanizacion, y las zonas limitrofes. Habia mucho campo, y la A-7 pasaba a medio kilometro de la casa. Me gustaba mucho sentarme en el puente, viendo pasar coches y camiones, o visitando un vallecito, por donde pasaba un riachuelo. La bici me daba autonomia para moverme, y eso me encantaba, y inicio mi pasion por el ciclismo. Tambien me hice amigo de un San Bernardo que vigilaba la puerta de una mansion cercana. Era todo un personaje, y siempre se alegraba de verme.
Solia pasar por su puerta, para visitar unos amiguitos que vivian en una casa restaurada un par de cientos de metros mas abajo. Soliamos ciclear juntos, en plan banda bmx-psuedo motera por los pinares, y las urbanizaciones, como Foya Blanca, o Los Naranjos. Luego nos pegabamos un bañico en su piscina, y me llamaba mucho la disciplina a que los tenian sometidos sus padres, con un horario para todo, a diferencia de mi hermano y yo. Me parece que eran Belga-Ingleses. Su casa era chulisima, y estudiaban en el Sierra Bernia.
Las tardes eran largas, y calidas. Los fines de semana ibamos a la playa en Calpe, a los pies del Peñon de Ifach, en la zona de las antiguas salinas romanas. Ahi pasaba horas y horas buceando en las aguas poco profundas, viendo pececillos entre las rocas y la arena. Ibamos casi siempre a la misma zona, y mis padres nos daban dinero para comprar helados en un kiosko en el paseo maritimo. El tio que trabajaba ahi tendria unos 13-14 años, y tenia una Orbea de bicicross sin un solo arrañazo. No me explicaba como mi bici estaba lleno de arrañazos, y senti una siniestra admiracion por como tenia el tio su bici. Vamos, practicamente pasaba por ser una bici nueva, porque siempre le estaba sacando brillo, cuando no vendia helados.
Pues en el verano del 81 nos visito mi tia Linda, mi tio Jeffrey, y mi primo Andrew. Eran muy palidos, y les llevamos a esa playa. Mi tia se escondio debajo de un toldo, untandose freneticamente con once clases diferentes de locion solar, y mi tio y mi primo se tostaron al sol a lo lindo, tras juguetear un buen rato en las aguas de la playa de Calpe. Nos trajeron muchos regalos, y me acuerdo con ternura del coche de James Bond de la marca COrgi, o del Batmovil de mi hermano. Poco despues, mi primo empezo a trastear con las drogas, y a dia de hoy, entra y sale regularmente de los comodos hoteles de su Majestad Isabel I, debido a sus problemas con eso. Unos años despues, mis tios se divorciaron, y siempre he tenido la sensacion que ella no se ha repuesto hasta recientemente, cuando murio mi tio.
Mi tio era divertidisimo, y recorrimos gran parte de la provincia, viendo cosas diferentes. Hicimos un picnic familiar en el parque de Polop de la Marina, un pueblo del interior de la provincia, a unos 10 kilometros de Alfaz. Curiosamente, tiene una fuenta con la forma de la fuente del patio de los leones de la Alhambra. ¿Quien se iba a imaginar que siete años despues acabaria viviendo a escasos kilometros de la Alhambra?. En fin, que son casualidades curiosas de la vida. Mi tio Jeffrey siempre fue mi tio preferido, y supongo que su dulce ironia sigue latente en mi cuerpecito de sex symbol Irlandopolacoiberico.
Finalmente, hacia finales del 81, nos mudamos a La Estrada, una pedania de Alfaz, a unos 5 kilometros de Finca Monica, a una casa sin luz, donde vivimos unos meses. Era un asco de sitio. Basicamente, habian unas cien casitas formando una urbanizacion en forma de hache, y delante, una hilera de una decena larga de puticlubs, que se ponia a tope los fines de semana. Nuestra casita no tenia luz, aunque realmente, solo ibamos a domir, porque pasabamos todo el dia en la piscina del cercano hotel Corona, y donde soliamos comer tambien. Detestaba aquel sitio, y mi padre tenia su oficina en un bloque de oficinas en el edificio Diamond House. Ahi se le ocurrio dedicarse a la importacion de Whiskey de la isla de Mull, en las Escocias profundas semi articas. Un buen dia aparecio por correo una caja grande de madera, lleno de muestras del maravilloso elixir, y la oficina de mi padre se hizo popular por la larga procesion de personajes que venian a probar unas gotas de tan maravilloso reconstituyente.
Mientras tanto, mi hermano y yo pasabamos las tardes dando vueltas por la urbanizacion en bici, y bañandonos en la piscina del hotel. Lo unico bueno de todo eso era la piscina. La zona de los puticlubs tenia un olor desagradable, que realmente era una combinacion de grasa sobrante de los varios restuarantes y pubs de la zona, combinado con moho, y alcohol derramado. Uno de los clubs ardio por los cuatro costados, y como soy un tio curioso, entre dentro del club, aprovechando la confusion de los bomberos y la Guardia Civil, que se dieron cuenta, y me echaron. Basicamente, era un salon lleno de sofas para sobar a las warrillas, con un barra, y unas habitaciones pequeñas para meter en caliente el torpedors, segun recuerdo remotamente. El fuego solo carbonizo el mobiliario.
Tambien me acuerdo de un siniestro personaje, que venia a 'pasear' con dos niñas de un societe de mi pade, que tambien vivian ahi. Me parecia muy siniestro que un hombre adulto viniera de Benidorm, para 'pasear' con dos niñas de unos 10 años de edad. Solian andar arriba y abajo de la calle del fondo de la urbanizacion, y no me gustaba nada aquello. Pero con el tiempo, la mayoria de los niños de la calle le hablaban, incluido yo. Yo solia interrogarlo, preguntandole por su trabajo, y que coche tenia, y cosas asi. Desaparecio un buen dia, y aunque no creo que llegase a someter a tocamientos a las niñas, su atitud no era sana. Probablemente el padre de las niñas se enfento a el. El caso es que luego me preguntaron a mi que sabia del tio este, porque habia vendido unas cosas robadas en la tienda de segunda mano inglesa de la Estrada. No se si lo pescaron, porque no sabiamos gran cosa de este tipejo, y probablemente habia mentido en todo.
Luego, una noche muy concurrida en el hotel, yo iba en bici, por una parte de la Nacional 340 en el que tenia que circular por unos pocos metros de arcen, para llegar hasta el parking del hotel, cuando un coche, que intentaba pasar a mi lado, fue embestido por otro coche. Por centimetros no me alcanzo, y los cuatro ocupantes estaban malheridos. Yo me meti pitando dentro del hotel, sollozando, y uno de los clientes, un holandes, me abrazo hasta que deje de llorar. Luego conte a la Guardia Civil lo que habia visto, mientras varias ambulancias se llevaron a los heridos, que eran dos parejas jovenes en un 1430 de color claro. La carretera Nacional atravesaba la Estrada, y habian habido varios accidentes bastante espeluznantes, con muertos incluidos, debido a una sucesion de cruces realmente peligosos.
Mi madre tuvo un especie de rollete con un antiquario britanico, que vivia en Denia. Pero la cosa comenzo, porque mi padre tenia tratos con el. Y entablaron una amistad, y el tio penso que tenia posibilidades con mi madre, y se encoño locamente de ella. Pasabamos en esos tiempos, dias de playa en Calpe, y tambien cenabamos mucho en un restaurante de carnes a la brasa, delante de las salinas de Calpe. Lo regentaban una pareja de extranjeros, y la carne a la brasa era fenomenal. Soliamos coincidir ahi con el antiquario, y su familia. En una ocasion nos invito a su casa, y repetimos visita ahi bastante, hasta que mi padre le puso las cosas claritas. Me encantaba esa casa, y viendo la peli 'Bajo el sol de la Toscana', la verdad es que tenia cierto parecido. Estaba rodeado de viñedos, y arboles centenarios, y la construccion era de tipica vila romana-mediterranea, en tonos ocre de diferentes tonos.
Con mi hermano, me pasaba horas trasteando entre los trastos de todo tipo que acumulaba este tio. Y tenia incluso un estanque con peces, en cuyo borde construiamos carreteras para nuestros coches de juguete, mientras mis padres bebian en exceso con el antiquario y sus amigos 'finos' ingleses. La verdad es que se notaba que eran personas con cierto poderio economico, en comparacion a la zona modesta donde viviamos nosotros.
Tras unos pocos meses viviendo en la Estrada, nos mudamos otra vez, esta vez a Finca Dominga, en el linde con el municipio de Benidorm. La casa era grande, y teniamos luz. El agua nos lo vendia un agricultor, que nos llenaba un deposito del tamaño de una pequeña piscina, oculto debajo del patio trasero. Un gran algarrobo destacaba en la parte delantera, y en Finca Dominga, vivia cerca de nosotros, el consul britanico, y su hijo, que le ayudaba, porque es un consulado bastante importante, debido a los cientos de miles de britanicos que han colonizado Benidorm en las ultimas centurias.
Con ellos nos llevamos muy bien, durante bastantes años. El hijo tambien era vendedor de seguros, y creo que su hija fue el primer amorcita de mi hermano. Siempre estaban jugando juntos. Yo en cambio, me hice amigo de un cabrero muy malhumorado, que bebia vino en una bota, y cuyo anciano padre olia incluso peor que sus cabras. Aprendi a manejar rebaños a corta edad, y tambien me hice amigo del tio del agua, Vicente Jamon, que no estaba muy bien de la azotea. Me parece que era retrasado, y era curioso jugar con un tio de unos 30 años, como si tuviese 10 ó 12. Tenia una vieja bicleta, de las de paseo, que le habian regalado unos vecinos, que era bastante bonita, aunque tenia ya sus buenos años.
Con el, y algunos amiguitos mas, montabamos en plan banda motera frustada. Construimos un par de cabañas, y finalmente, me eche otros amigos, y termine por no relacionarme tanto con los primeros amiguitos que me eche.
Y tras una parentesis, mis padres nos volvieron a enviar al Beverly Hills School. No valoraban el año que habiamos pasado en primero y segundo de EGB. Volver ahi fue horrible, y la hija de los directores nos amargaron la existencia. Alli la jornada escolar se acababa a las 14.30 horas, y mis padres se organizaron para que nos dejara una familia de Peruanos cerca de Finca Dominga. Eran una familia algo inedita para el principio de los 80, porque Peru en entonces no habia sufrido el exodo a España como la que existe hoy en dia. Ademas, eran adinerados, y tenian un buen coche para la epoca, un Renault 12 familiar color burdeos. El padre era pianista, y tenian una hija y un hijo, que era ademas amiguito mio.
Un dia llegamos a la casa, y me entere que la Guardia Civil habia vuelto a arrestar a mi padre. El nombre de mi padre, a igual que el mio, es basante comun en el Reino Unido, pero en opinion de los Civiles, no lo era, asi que le arrestaron varias veces por un caso flagrante de confusion de identidad, con un estafador britanico que se suponia habia huido de España. En esta ocasion, mi padre estuvo detenido unos 17 dias. En otra ocasion, lo arrestaron delante de un monton de invitados a una barbacoa, en esa misma casa. Rodearon la casa, con 4 coches, y se lo llevaron. Yo estaba montado en bici, y cuando vi todo esto, tire la bici al suelo, y me puse a llorar desconsolado dentro de la casa. Desde entonces, le tengo panico a los Civiles, pero los de ahora se que son muchisimo mas profesionales que antes, y el cuerpo esta lleno de bellisimas personas.
Pero la verdad es que esos momentos eran tremendamente traumaticos para mi. En fin, el dia que lo soltaron, mi padre llego en el autobus escolar de Beverly Hills, y nos recogio en la escuela. El director de la escuela hablo con el, y me parece que le dijo que no queria niños de ex-presidiarios en el colegio, asi que poco despues, pasamos una temporada en el colegio Lope de Vega de Benidorm. Era lo mas parecido a una carcel, aunque los bocadillos de tortilla de la cantina eran exquisitas. Logre escaparme a traves de los barrotes de la verja varias veces, pero siempre volvia para las clases. Y me pillaron varias veces.
De ahi, tras estar unos pocos meses, me metieron en el Mestre Gaspar Lopez, donde hice tercero de EGB, del 82, al 83. 1982 fue el año de los mundiales de futbol, de España 82, y Naranjito era la mascota oficial.
Era curiosamente de los pocos extranjeros de esa clase, y me nombraron delegado de curso, conjuntamente con una rubita de la cual estaba platonicamente enamorao como un beserro. Se me daba bien todo menos las matematicas. Suspendia esa asignatura repetidamente, hasta que dimos fracciones y ecuaciones de segundo grado. En un examen, saque un sobresaliente, y el profesor, Don Jesus, estaba tan asombrado, que me saco a la pizarra, y me puso a prueba con varias ecuaciones. Demostre que me habia enterado de todo, y a partir de ahi, me di cuenta, cuando entiendo algo, que soy capaz de absorberlo con pasion.
En fin, le hizo gracia cuando le propuse compartir 1/4 de mi nota con mi amigo Raul, para que el pudiera sumarlo, y aprobar tambien. Creo que eso no se puede hacer, por lo visto..
En ese año, Inglaterra invadio las Islas Malvinas, y como me consideraban un 'inglesito', en el patio me solian torturar. Eso si estaba en la parte trasera, cerca del comedor. Asi que pase las tres horas del 'recreo' de 12 a 15hrs, en el patio delantero, jugando en una arenera, que lindaba con el desguace y reten municipal de vehiculos de Benidorm. Mi colega Raul capturo una iguana enorme un dia, y se lo llevo al colegio. Un profesor se lo quito, y lo metio en un saco, y nunca mas volvimos a saber del bicho, que pesaria un par de kilos como minimo. Raul lloro desconsolado, y eso que era un tio enorme, que habia repetido varios cursos, y se pasaba la hora de comer dandole a la pelota.
En fin, con eso de España 82, coleccione una coleccion entera de la seleccion Española, y me acuerdo de algunos futbolistas todavia, de forma puntual. Compraba los cromos en una tienda en el colegio de enfente, y tambien pillaba algunos chuches ahi, en la media hora de confusion que habia cuando recogian a los niños a las 12. Alguna vez me escape del recinto del patio del Mestre Gaspar, pero por lo general me portaba bien. Me desesperaba lo tarde que me recogian mis padres cuando se acababan las clases a las 17hrs, y alguna vez, incluso llegaron a recogernos de noche.
Hice tercero con buenas notas, y eso que pase un par de semanas en Inglaterra con mi madre. Volamos del aeropuerto de Alicante al aeropuerto de Heathrow, y a nuestra vuelta, con pocos dias de diferencia, hubo el famoso atentado que mato a casi un centenar de personas, en el terminal que nos tocaba. En Inglaterra pasamos esas dos semanas en casa de mi tia Linda, en Kingston upon Thames, unos 20 ó 30 kilometros rio arriba de Londres, en una ciudad de la era Victoriana, con muchas casas de ladrillos rojos.
Llevaba 5 años y pico sin volver a Londres, y me lo pase pipa esa vez con mi madre y mi tia.